El pasado 30 de abril de 2024, el Banco de la República anunció el descenso en la tasa de interés de la política monetaria en 50 puntos base del 12,25% al 11,75% configurando así el cuarto descenso consecutivo de tasas de interés.
Este descenso de tasas de interés corresponde a una visión optimista por parte del Banco de la República y del Ministerio de Hacienda de que se mantendrá la resolución paulatina de los factores causantes de la inflación a nivel nacional. Tanto en Colombia como a nivel mundial, se siguen restableciendo las cadenas de suministro que fueron afectadas fuertemente en el periodo de cuarentena de 2020; continúan normalizandose los precios por la corrección del precio del petróleo tras la subida experimentada en 2022; y se siguen absorbiendo los efectos de la política de expansión monetaria aplicada por Estados Unidos y la Unión Europea durante la pandemia. Todo esto explica una revisión al alza del crecimiento económico del país en 2024 y 2025 y el descenso de la inflación a nivel nacional del 7,7% en Febrero al 7,4% en Marzo y un descenso de 5,9% interanual desde el 13,3% de Marzo de 2023 al 7,4% actual.
No obstante, durante la rueda de prensa, el ministro de hacienda, Ricardo Bonilla, indicó en un par de ocasiones que, desde su punto de vista, este descenso de tasas de interés es insuficiente para estimular la reactivación económica del país ya que se mantiene en un rango restrictivo que no favorece el crecimiento económico del país. Previamente, el ministro había declarado que esperaba una reducción de 75 puntos base. Al respecto, aclaró que este menor descenso en las tasas de interés, corresponde a un aumento de la incertidumbre en el panorama internacional, y principalmente por la pausa en las tasas de interés en los Estados Unidos las cuales se mantuvieron entre 5,25% y 5,5% por sexto mes consecutivo. A su vez, esta pausa en la política monetaria de EEUU se debe a una estabilización de la inflación alrededor del 3,5% por encima del objetivo de la FED del 2,0%. Esta estabilización de la inflación tiene causas que, según Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, sólo se identificarán con exactitud a posteriori. En Home-Land estimamos que estos factores son principalmente el aumento sostenido del empleo en Estados Unidos, el cual se encuentra cerca de máximos prepandemia y los efectos indirectos de la agresiva política de expansión cuantitativa ejecutada por EEUU y otras potencias entre 2020 y 2022.
Tenemos de puntualizar que, aunque estamos de acuerdo en que un descenso más rápido de las tasas de interés propiciaría más rápidamente la reactivación económica del país, se pondría en riesgo el control de la inflación logrado hasta el momento y aumentaría el riesgo de segundas rondas inflacionarias que derivarían rápidamente en un escenario de estanflación. Por lo tanto compartimos las decisiones y el ritmo de descenso en las tasas llevado a cabo hasta ahora por el Banco de la República.
Con respecto al futuro de las tasas de interés y basados en el escenario anteriormente detallado, compartimos las previsiones de los analistas de BanRep en las cuales, con el ritmo de reducción de la inflación y de la tasa de interés de referencia, el escenario más probable es que estas últimas se encuentren alrededor del 8,25% para el mes de Diciembre del presente año, mientras que la inflación se sitúe alrededor del 5,0%.
Por el contrario, discrepamos con el escenario planteado para el 2025 en el cual, con una tasa de desempleo en mínimos prepandemia, prevemos una estabilización de la inflación alrededor del 4,0% lo cual parece ser la norma entre países desarrollados y en vías de desarrollo que están más adelantados en el ciclo económico como EEUU, Canadá, la Unión Europea, Brasil y México. Esta pausa en el descenso de la inflación tendría lugar hasta el final del próximo año lo cual contrasta con la previsión de un nivel de 3,0% para Diciembre de 2025 estimado por los analistas del Banco de la República. Sin embargo, esperamos que el descenso de la inflación continúe en algún punto de 2026. En conclusión, estimamos, a futuro, un escenario muy favorable para los créditos de vivienda, ya que este nos brindaría (con una pausa en medio) 2 años y medio de descenso en las tasas de interés de referencia y por tanto de reducción de las tasas de crédito hipotecario las cuales dependen directamente de las primeras.
Por último, cabe aclarar que todo este escenario se vería desdibujado por una escalada regional en el conflicto que hoy se vive en el Oriente Medio. Una guerra abierta entre países de esta región produciría un aumento vertiginoso en el precio del petróleo lo cual desembocaría en un aumento peligroso de la inflación produciendo incluso un riesgo real de segundas rondas inflacionarias lo que obligaría a todos los bancos centrales, incluyendo el Banco de la República a aumentar de nuevo y de forma drástica las tasas de interés.
Por Hector Ariza. Director General de Home-Land